No sé si la luz al final del túnel pero al menos un poco de claridad ya se atisba.

Se flexibilizan las medidas restrictivas y la soga aprieta un poco menos. Ahora es el momento de demostrar que no sólo vamos a arrimar el hombro para ayudar a hosteleros y sectores que dependen mucho de la hostelería, así como a la cultura y el deporte, sino que también tenemos que esforzarnos muy mucho por mantener la apertura.

Eso pasa por ser responsables, cumplir las medidas de seguridad sanitarias que se nos están exigiendo para mantener a raya al dichoso virus. En manos de todos queda ahora sostener en el tiempo este pequeño respiro y conseguir que se convierta en una gran bocanada de aire fresco.

No podemos esperar sin más a que las vacunas nos salven de esta pandemia. Las quinielas auguran una solución para el verano, en el mejor de los casos, que no estaría mal, pero queda tiempo, mucho tiempo hasta entonces y hay que procurar no bajar la guardia.

Salgamos, disfrutemos pero no seamos irresponsables. Si no queremos volver atrás, miremos hacia delante con todas nuestras fuerzas y todo nuestro empeño. Pensemos además que todavía hay mucha gente sufriendo en los hospitales, muchos que no volverán y muchos profesionales sanitarios exhaustos después de un año luchando para salvar el mayor número de vidas posibles.

No pongamos la nuestra en peligro ni hagamos peligrar la de los que nos rodean. Aún queda mucho por hacer y aunque en todo esto puede haber un punto de “suerte”, lo que sí está claro es que acabaremos con la Covid-19 cuidándonos y cumpliendo a raja tabla con las medidas de seguridad.

Protégete para protegernos a todos.